Empieza el mes de junio, que junto a septiembre, es el mes preferido por los novios para casarse. En esta fecha, las bodas de día son un verdadero lujo. Son los días más largos del año, y el calor aún no aprieta del todo. Laura y Emilio juntaron a sus dos familias en el Hotel Duque de Medinaceli, para celebrar una boda cargada de emociones.
Boda en hotel Duques de Medinaceli, el Puerto de Santa María
De nuevo norte y sur. Tiene que haber algo que nos atrae tanto. País Vasco y Andalucía, una mezcla que a pesar de los kilómetros, damos fe de que funciona. Siempre oí que tenemos algunas formas parecidas de ver la vida. Sinceramente, cuando hemos viajado al País Vasco, nos hemos sentido como en casa, así que será verdad.
Laura y Emilio son personas que atraen, que van haciendo amigos allí por donde van. Su boda estuvo rodeada de amigos y familia que disfrutaron muy mucho de ese día, y eso siempre se nota.
Preboda en Terraza Río, el Puerto
La sesión preboda la habíamos hecho el día antes, en la terraza Río del Puerto de Santa María, donde se iban a encontrar con gran parte de sus invitados, tanto amigos como familia. Es una oportunidad estupenda para que todos se vayan conociendo, los que se conocen, que se vean de nuevo para contar batallitas, y para los novios es una oportunidad estupenda para recibir a todos ellos de una forma mucho más relajada que en el día de su boda.
Tienen tiempo de ultimar detalles con algunos asistentes, pero sobre todo, es una oportunidad de oro para desconectar el día antes de la boda, cosa que nuuunca es fácil ;). Y además, es una oportunidad perfecta para hacer una sesión preboda con todos ellos.
Ya en el hotel
Casarse en un hotel tiene una ventaja fundamental. Puedes usar sus habitaciones para hospedarse tanto los novios, como su familia. Nada de estrés por desplazamientos, nada de líos de taxis y de cuándo llegará el chófer para llevarme a la boda. Laura usó la Suite del hotel para vestirse. Una suite luminosa y elegante, perfecta para hacer fotos de boda. La aprovecharíamos también para hacer luego las fotos de exteriores.
Mientras tanto Emilio se vistió en casa del hermano, a 10 minutos del hotel. Un ambiente tranquilo y familiar donde daba gusto trabajar. Aunque hubo un pequeño contratiempo…que a nadie se le ocurra estrenar lentillas el día de su boda! Es un riesgo que no hay que correr ?.
Ceremonia civil en Hotel Duques de Medinaceli
El hotel cuenta con una gran extensión ajardinada, y a sus pies hay un patio con sombra arbolada y un pequeño altillo, que sirve de escenario perfecto para una ceremonia de boda civil. Ese pequeño altillo hace que los novios estén en alto, así que todo el mundo los ve a ellos, y ellos ven a todos sus invitados. Genial.
En su llegada al hotel, el novio fue recibido entre besos, abrazos y coñas de los amigos. La entrada por el pasillo rodeada de todos es uno de los momentos que se viven con más intensidad, y estoy seguro de que será de los que mejor recordarán. Ya sólo toca esperar a la novia. No se hizo esperar, y Emilio fue testigo desde las escalinatas.
El pasillo de entrada estaba decorado súper bien, de ello y de muchas más cosas se encargaron ETC Bahía. La novia se lució como se merecía en su entrada.
Un detalle que me gusta mucho, y se está haciendo cada vez en más bodas es, una vez la novia ha llegado a la altura del novio y, antes de sentarse, se giran y saludan a todos sus invitados. Es un momento muy especial, porque te das cuenta realmente de que todos tus invitados están ahí por vosotros, celebrando vuestro gran día. Eso sí, los nervios no te deben traicionar y echarte a llorar ?
La ceremonia civil fue guiada por un tío de Emilio. Lo hizo súper cercano y se le veía disfrutar del momento. Subieron varios invitados a leer, tanto familiares como amigos. Palabras sentidas y de verdad, que hacían saltar alguna que otra lágrima, pero sobre todo muchas risas. Chistes, algunos mejores, otros peores ?, regalos con videoconferencias en directo, los hermanos contando anécdotas de viejos tiempos…y los padrinos de boda como testigos en primer plano y disfrutando al máximo del momento. El final de la ceremonia vendría con sorpresa, y es que se habían preparado el baile regional vasco, el Aurresku para bailarlo delante de los novios al final de la ceremonia.
Una vez acabada la ceremonia civil en el hotel Duques de Medinaceli, los novios saludaron a todos sus invitados, que les dedicaban sonrisas y abrazos a tutiplén. Habían disfrutado de la ceremonia, y eso se nota.
Fotos de boda en Hotel Duques de Medinaceli.
Una ventaja de celebrar tu boda en el hotel Duques de Medinaceli es que no tienes por qué desplazarte a ningún sitio para hacer las fotos de boda en exterior. Con los jardines, la Suite y el interior del hotel hay más que de sobra para realizar un reportaje fotográfico de boda más que completo. Es una ventaja sobre todo porque no pierdes ni un minuto en desplazamientos, todo el tiempo lo tienes disponible para hacer las fotos. En unos 20-25 minutos estaban listos para estar de nuevo con sus invitados disfrutando de los aperitivos.
Incluso hicimos una foto con todos los invitados desde el balcón de la Suite del hotel. Es un recuerdo inolvidable para los novios.
Aperitivo y Banquete de boda en hotel Duques de Medinaceli.
El aperitivo fue servido en un jardín que hay a continuación del lugar de la ceremonia. Un sitio con mucha sombra, donde celebrar una boda de día es un auténtico lujo. Fotos de grupo, charlas entre amigos y alguna que otra cerveza para refrescar el cuerpo y prepararlo para el banquete.
El banquete tuvo lugar en una carpa que tienen habilitada para celebraciones en el hotel. Es una carpa acondicionada, muy luminosa y donde se estaba muy a gusto. Alfonso Catering los encargados de que todo saliera a pedir de boca 😉
Llegó uno de los momentos más esperados en cualquier boda. El primer baile de los novios. Lo tenían muy currado, y les salió de 10. Incluso con algunos problemillas de audio, que nunca faltan en ninguna boda, pero llevados con mucho humor por parte de los novios.
Sorpresa de Laura a Emilio.
Todo empieza con un piano y Laura cantando Habaneras de Cádiz de Carlos Cano al novio…un guiño a esa tierra que tanto ama Emilio y de la que seguro Laura ya está enamorada. Y cuando ya va acabando la canción, aparece desde detrás de la carpa y todo el mogollón de invitados la chirigota del Sherif para dar espectáculo y hacer que el comienzo de la barra libre se convierta en una auténtica fiesta. Un corrillo formado por los invitados y los novios y algún que otro familiar participando de la gran fiesta del carnaval…incluso la madrina se atrevió a cantar!! ?
Una boda en Hotel Duques de Medinaceli es todo un lujo, y por supuesto lo es haber formado parte de vuestro gran día!
P.D. Yo ando un pelín delicadito/pejiguera con el estómago, pero ese día comimos como reyes ?. Gracias al hotel y gracias a Emilio y Laura por gestionarlo.
Galería de fotos en Hotel Duques de Medinaceli
Cómo llegar a Hotel Duques de Medinaceli: https://goo.gl/maps/UquA4mYAZQL2
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