Me traje el portátil, por eso de hacer algo mientras bajaba para Cádiz de nuevo. Me subí en él a las 7:30 (gracias Luis por el madrugón que te has dado para llevarme hasta la estación, supongo que aún seguirás dormido), y en cuanto me senté me dije: Coge el portátil y empieza a importar las fotos…tengo ganas de verlas.


Y aquí estoy, pasando Valladolid y escribiendo unas líneas en el blog para poder enseñaros aunque sea un pequeño adelanto de esa boda tan bonita que hasta hace unas horas estabais celebrando en el Restaurante la Tabla, allí en esa tierra tan bonita vuestra, Asturias.

Cuando Ángela y yo nos casamos hace ya ¡casi 5 años!, fuimos de luna de miel a Asturias. Quedamos enamorados de esa tierra, y aunque ya hemos vuelto más de una vez, dijimos que repetiríamos el viaje cuando hiciéramos 5 años de casados.

Pero no pudo ser, teníamos la oportunidad perfecta con la boda de Cristina y Lorenzo, pero me he tenido que subir yo solo y ella quedarse con el peque en casa. Iba a ser un imposible trabajar y atender a Curro a la vez. No pasa nada, volveremos pronto 😉

Nuestro trabajo nos gusta. Ser fotógrafo de bodas es un trabajo que mola, pero según va pasando el tiempo, te das cuenta de que algunas bodas significan mucho, y formarán parte de tus recuerdos para siempre. Esta es una de ellas. Nuestro amigo Luis se fue a «echarse novia» a la otra punta de España, a 800km. No tenía el chiquillo nada más cerca. Pero gracias a eso, hemos podido conocer a Marta y su familia. No tengo más que palabras de agradecimiento para ellos. Cada vez que subimos, nos hacen sentir como en casa. Y esta vez, a pesar de los nervios de los preparativos de la boda, así de cómodo me sentí desde el minuto 1 que llegué a su casa.

Consejo para los fotógrafos que lean esto –> Despertar en casa de la novia es una gozada, nada de líos, nada de traslados, cero agobios. Y si encima desayunas como un rey, ¡ni te cuento!

Bueno, vamos a hablar un poco de Cristina y Lorenzo. Son copla + rock. Fusión, que está muy de moda ahora. Distintos, pero con algo en común, un gran corazón. Eso se nota en el devenir de la boda. Invitados volcados con ellos, amigos muy amigos, y familia que os quiere chicos. Lo corroboro con estas palabras, pero también se puede ver en las fotos.

El sitio que eligieron no podía ser más bonito. Una panorámica espectacular, y un salón acristalado de madera, que hace de La Tabla uno de los sitios más bonitos donde haya hecho alguna boda. Y esto también os lo puedo asegurar: Es el sitio donde mejor he comido en ninguna boda. Lo dije ayer como 20 veces, pero lo sigo diciendo. ¡Madre mía el cordero! ¡Repetí! Y yo no soy de repetir…

El resumen de la boda sería –> Alegría por una boda muy esperada, sitio de ensueño, sustillo del padrino que al final dio el cayo como un campeón + fiesta a tope (Estos asturianos llevan la fiesta grabada a fuego…y después dicen de los andaluces. No les llegamos ni a la suela de los zapatos)

Ya ando cerca de Madrid. Sólo os quería dar una pequeña sorpresa y subiros estas pocas fotos para que podáis ver unas pinceladas de lo que fue ayer vuestra boda chicos. Que seais felices por muchíiiiiisimo tiempo y nosotros lo podamos ver.

P.D. En este viaje no tomé sidra. ¡Esto no pué sé!

Últimas entradas en el blog:


Deja un comentario

18 + 14 =