Os vamos a contar la boda de Ángeles y Miguel, que la celebraron hace ya casi un año en Regantío Viejo Arcos, en un bonito día de primavera en el que, aunque les llovió un poco al final, se lo pasaron en grande.
Regantío Viejo Arcos – Un rinconcito en la sierra.
Nunca habíamos estado en este sitio. Es un cortijo con viñedos, donde realizan su propio vino y tienen un restaurante. Celebrar una boda en Regantío Viejo es sinónimo de éxito. Tiene unas vistas muy bonitas hacia la sierra de Cádiz y hacia el propio Arcos y está rodeado de verde vegetación, que hará que este día sea más especial si cabe. Era un día nublado, de los mejores para hacer fotos, ya que el sol ilumina pero no molesta.
Habíamos hablado con Ángeles y Miguel por correo electrónico, y no nos conocíamos en persona. Pero son de esas parejas con las que es muy fácil sentirse cómodos, y en cuanto llegamos a sus casas nos hicieron sentir como si fuera la nuestra.
¿Cómo fue la boda?
Era ceremonia civil, allí mismo en el cortijo. Una carpa para protegernos del sol, sobre un césped muy cuidado, con una alfombra roja llena de pétalos de flores y mirando hacia el horizonte de Arcos. La temperatura era perfecta, y la ceremonia estaba amenizada por una solista al piano que luego hizo que el convite fuese una auténtica fiesta. 😉
Las ceremonias civiles tienen ese punto relajado que tanto nos gusta. Hablaron sus amigos, hermano, abuelos, incluso sobrinos. Todo palabras de elogio que hicieron que las lágrimas saltaran de los ojos, no pudieron evitarlo. Fue una ceremonia muy emotiva, de las que es fácil fotografiar.
El aperitivo abrió con un buffet de quesos de esos que no dejan indiferente, al que los invitados le hincan el diente mientras toman una cervecita al sol. ¡Disfrutar de la vida lo llaman! Los mejillones no se quedaban detrás (reconozco que los probé…son mi perdición), estaban riquísimos.
La comida tuvo ambiente de barra libre, muchas ganas de fiesta y las amigas de la novia bailando junto al piano. ¡Esa cantante mola! Nada de comida aburrida, los invitados a la boda disfrutaron a tope de Regantío Viejo gracias al pedazo de ambiente que crearon los novios.
Todos servidos y vámonos para la barra libre. Salimos fuera de nuevo, para disfrutar un poco del aire libre. Amenaza lluvia, pero no importa. ¡Unas gotas no arruinan la fiesta ni de coña! Un DJ abrió el baile para luego dar paso a una banda punk de lo más cañera. Se está poniendo de moda el llevar bandas de música a las bodas para alternar con el DJ, y la verdad es que a nosotros nos encanta, y más a los invitados. La música en directo tiene ese no sé qué que se te mete por los huesos y te hace flipar.
Los dejamos con la fiesta en todo lo alto, y sabemos que se lo pasaron en grande. Lo dicho, celebrar tu boda en Regantío Viejo Arcos es todo un acierto. Y si te lo montas tan bien como estos novios, ¡Éxito asegurado!
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